PAUTAS DE ORIENTACION PARA PADRES DIVORCIADOS: ¿Cómo AYUDAMOS A NUESTRO HIJO?
Mitos
sobre el divorcio y los hijos:
1.
Los padres siempre deben permanecer juntos por el bienestar de sus hijos.
2.
El divorcio de los padres siempre tiene efectos negativos e irreversibles sobre
los hijos.
3.
Los hijos se adaptan mejor al divorcio en determinadas edades.
4.
Mi divorcio puede ser sencillo.
5.
No hay nada que los padres puedan hacer para mejorar el proceso de adaptación
de sus hijos durante y después del divorcio.
Todas
las anteriores informaciones son mitos. El propósito de estas pautas es
mostrarte por qué y ofrecerte formas de ayudar a tu hijo durante y después del
divorcio.
¿Debéis
permanecer juntos por el bienestar de vuestros hijos?:
Esta
es probablemente una de las preguntas más frecuentes que se hacen los padres
que están pensando en divorciarse. ¿Estará nuestro hijo mejor si permanecemos
casados? No hay una respuesta sencilla a esta
pregunta.
Un hijo estará mucho mejor en una familia con unos padres felizmente casados,
que se quieran y amen a sus hijos. Desgraciadamente, también reconocemos que
los padres que discuten y se insultan,
especialmente
delante de sus hijos, ponen en peligro la evolución de los mismos. Si el
divorcio conlleva una disminución de las discusiones entre los padres, y en
concreto si las discusiones se producen delante de los hijos, entonces puede
ser muy beneficioso para ellos. Sin embargo, si los padres se divorcian y
continúan discutiendo e involucran a sus hijos en esas discusiones, entonces el
niño tiene que hacer frente al divorcio y a las continuas discusiones. Esta es
la peor situación en la que puedes poner a tu hijo. Echemos un vistazo un
momento a las relaciones que se pueden dar entre tu cónyuge y tú una vez
divorciados. Constance Ahrons de la Universidad del Southern California y Roy
H. Rodgers de la Universidad de British Columbia han establecido cinco
categorías.
o Compañeros
perfectos: Siguen siendo amigos y comparten las decisiones sobre los hijos.
o Colegas
cooperativos: No siguen siendo amigos pero cooperan por el bien de sus
hijos.
o Socios
furiosos: Han creado un muro de ira que afecta a la relación actual y
disminuye la capacidad de colaboración.
o Enemigos
feroces: Están tan encolerizados que no se produce ninguna colaboración.
o Dúos
disueltos: Dejan de tener contacto tras el divorcio.
El
bienestar de tus hijos depende de lo que suceda tras el divorcio. Y, como acabo
de mencionar, hay al menos cinco categorías que se pueden dar entre tu cónyuge
y tú. Obviamente, no puedes prever completamente qué va a pasar entre vosotros
después del divorcio. Sin embargo, está claro que la adaptación de tu hijo al
divorcio será mejor, menos traumática, más fácil si los padres llegáis a ser
«Compañeros perfectos» o «Colegas cooperativos» en lugar de las otras
posibilidades.
Si
me divorcio, ¿Cómo afectará a mi hijo?
Antes
de contestar a esta pregunta, hay que indicar que el divorcio produce una gran
presión sobre los hijos. Interrumpe sus vidas de muchas formas al igual que
interrumpe la tuya. ¿Cuáles son algunos de los aspectos
más
difíciles para un niño con respecto al divorcio de sus padres? El siguiente
recuadro muestra un resumen. Volveremos a este tema más adelante, puesto que
hay muchas cosas que puedes hacer para evitar
que
se produzcan y, por lo tanto, para reducir la tensión en tu hijo.
Hechos que producen más tensión asociados al divorcio de los padres:
1.
Mi padre o mi madre me decían que el divorcio era por mi culpa.
2.
Mis padres se pegaban o se maltrataban psicológicamente.
3.
Mis familiares decían cosas malas sobre mis padres.
4.
Mi padre me decía que no le gustaba que pasara tiempo con mi madre.
5.
Mis padres discutían delante de mí.
6.
Mi padre decía cosas malas sobre mi madre.
7.
Tuve que dar a mi mascota o cosas que me gustaban.
8.
Mi madre se mostraba infeliz.
9.
Mi padre me pregunta cosas sobre la vida privada de mi madre.
10.
La gente del vecindario me decía cosas malas sobre mis padres.
En
cuanto a los efectos a corto plazo, existen evidencias basadas en muchos
estudios realizados en todo el país de que el divorcio de los padres está
asociado a las dificultades de adaptación de sus hijos. Estos efectos
pueden
incluir síntomas depresivos, ansiedad, furia, dificultades para expresarse
(agresividad, desobediencia e incluso actos delictivos) y una bajada de las notas
en el colegio. También algunos niños pueden perder estima y confianza. Sin
embargo, no todos los niños sufren tales efectos y, de hecho, algunos apenas
muestran problemas después del divorcio de los padres, especialmente, como Alan
Boothy Paul Amato de la Universidad del Estado de Pennsylvania han
señalado, cuando los niños pasan de vivir en
una
casa con muchos conflictos a una en la que reina la armonía.
La reacción que tienen los niños en relación al divorcio de sus
padres es muy diversa. Esto indica que la forma en que tú y tu cónyuge llevéis
el proceso de divorcio, y la relación de después del mismo, es
lo que más va a afectar a la adaptación de tu hijo.
¿Hay
algo que podamos hacer para ayudar a nuestro hijo durante y después del
divorcio?
La
respuesta a esta pregunta es un rotundo «Sí». Hay multitud de cosas que puedes
hacer para ayudar a que tu hijo se adapte a la nueva situación tanto en el
proceso de divorcio como después de él. Para enfatizar
las
maneras de ayudar a tu hijo durante este proceso, vuelve a mirar el primer
recuadro en el que se indicaban los diez hechos relacionados con el divorcio
que producen más tensión en los hijos. Te darás cuenta enseguida de que nueve
de los diez casos implican directamente cosas que tú como padre puedes hacer.
¡Puedes hacer mucho por la adaptación de tu hijo tras el divorcio!
Cada
niño es único y tiene diferentes necesidades. Esto probablemente no es una
sorpresa para ti, en particular si eres padre de más de un hijo. Algunos niños
son fácilmente adaptables, algunos son nerviosos, otros extrovertidos o
introvertidos, algunos son impulsivos, etc.
Los
niños vienen al mundo con su propio estilo o tendencia de comportamiento, que
es lo que se conoce popularmente como el temperamento o carácter del niño.
Puesto
que todos los niños son diferentes, puedes imaginarte que su reacción frente al
divorcio también será distinta. Un niño con un temperamento adaptable mostrará
menos reacciones negativas que uno nervioso o
inseguro.
Sin embargo, la situación es aún más complicada puesto que un niño con un
temperamento más difícil puede arrastrar un problema de descuido o falta de
atención en su educación por parte de sus padres. Por ejemplo, si tu hijo tiene
un temperamento muy fuerte, puede que esté continuamente discutiendo contigo o
provocándote. No aceptará un «No» por respuesta. A menudo, como resultado de su
insistencia, perderás el control y le gritarás. Un hijo con un temperamento
difícil requiere un cuidado y una educación constantes, especialmente en
momentos de tensión como puede ser el divorcio de sus padres. Por desgracia,
como acabo de señalar, es muy duro educar correctamente a un hijo con un temperamento
difícil. Lo que se pretende explicar es que si tienes un hijo con un carácter
difícil, vas a tener trabajo extra durante el divorcio.
Hoy
en día uno de cada dos matrimonios termina en divorcio y muchas de las parejas
divorciadas tienen niños. Los padres que se están divorciando a menudo se
preocupan acerca del efecto que el divorcio tendrá
en
sus hijos. Durante este período difícil, los padres se preocupan principalmente
por sus propios problemas, pero a la vez están conscientes de que son ellos las
personas más importantes en la vida de sus hijos.
Mientras
los padres bien pueden sentirse o desconsolados o contentos por su divorcio,
invariablemente los niños se sienten asustados y confundidos por la amenaza a
su seguridad personal. Algunos padres se
sienten
tan heridos o abrumados por el divorcio que buscan la ayuda y el consuelo de
sus hijos. El divorcio puede ser malinterpretado por los niños a no ser que los
padres les digan lo que les está pasando, cómo les afecta a ellos y cuál será
su suerte.
Los
niños con frecuencia creen que son la causa del conflicto entre su padre y su
madre. Muchos niños asumen la responsabilidad de reconciliar a sus padres y
algunas veces se sacrifican a sí mismos en el proceso. En la pérdida traumática
de uno o de ambos padres debido al divorcio, los niños pueden volverse
vulnerables tanto a enfermedades físicas como mentales.
Con
mucho cuidado y atención, sin embargo, una familia puede hacer uso de su
fortaleza o de sus factores positivos durante el divorcio, ayudando así a los
niños a tratar de manera constructiva con la solución al conflicto de sus
padres.
Los
padres deben percatarse de las señales de estrés persistentes en su hijo o en
sus hijos. Los niños pequeños pueden reaccionar al divorcio poniéndose más
agresivos, rehusándose a cooperar o retrayéndose en sí mismos. Los niños
mayores pueden sentir mucha tristeza o experimentar un sentimiento de pérdida.
Los problemas de comportamiento son muy comunes entre estos niños y su trabajo
en la escuela puede afectarse negativamente. Ya sea como adolescentes o como
adultos, los hijos de parejas divorciadas a menudo tienen problemas en sus
relaciones y con su autoestima. Los niños tendrán menos problemas si saben que
su mamá y su papá continuarán actuando como padres y que ellos los seguirán
ayudando aún cuando el matrimonio se termine y el padre y la madre no vivan
juntos. Las disputas prolongadas acerca de la custodia de los hijos o la
coerción a los niños para que se pongan de parte del papá o de la mamá les
pueden hacer mucho daño a los hijos y pueden acrecentar el daño que les hace el
divorcio.
Las
investigaciones demuestran que los niños se desarrollan mejor cuando los padres
tienen la capacidad de cooperar para su bienestar. La obligación continuada de
los padres por lograr el bienestar de los hijos es vital. Si el niño muestra
indicios de estrés, los padres deben consultar con su médico de familia o con
el pediatra para que los refiera a un psiquiatra y psicólogo infanto- juvenil
para hacerle una evaluación y darle tratamiento. Además, el psicólogo infantil
puede reunirse con los padres para ayudar a la familia para que aprenda a
minimizar el estrés. La psicoterapia para los niños de una pareja divorciada y
para los padres
divorciados
puede ser de gran beneficio.
Situaciones
de «alto riesgo» para los hijos:
Las
autoras de El niño ante el divorcio alertan del «alto riesgo» que
supone para los hijos determinados comportamientos de los padres una vez que
han adoptado la decisión de separarse. Hacer como que el otro
miembro
de la pareja no existe, cuestionar su forma de vida, usar al niño para espiar
al otro o incluso como confidente son actitudes que pueden suponer la aparición
de «alteraciones psicológicas» en la infancia y desequilibrios en el desarrollo
emocional de los menores afectados.
Niño espía:
El padre o la madre lo utiliza para conocer la nueva vida del otro:
Las
expertas subrayan que saber del ex cónyuge a través de los hijos «es uno de los
errores que más frecuentemente» cometen las parejas ya separadas. «Esta
curiosidad lleva a preguntas para conocer qué hacen y qué lugares visitan o qué
personas nuevas han conocido y si papá o mamá tiene novio o novia». El niño se
encuentra entonces ante «un conflicto de lealtad». «Si no contesta, desagrada a
uno de sus padres y, si lo hace, sabe que sus respuestas provocarán un enfrentamiento
entre ellos».
Niño dividido:
Los padres sienten la necesidad de negar la existencia del otro.
Culminada
la ruptura, «son muchos» los padres que intentan borrar todo recuerdo de su
anterior pareja. Para ello, no le nombran y se ignoran acontecimientos
relevantes vividos por el hijo durante su estancia con él o
ella.
En este caso, las preguntas no existen. Algunos niños «aprenden a llevar una
doble vida; saben que cuando están con uno, no deben existir signos o muestras
de la relación con el otro y esta situación les fuerza a vivir en una realidad
dividida. Con frecuencia, la negación del otro progenitor se extiende a su
familia.
Niño colchón:
Soporta descalificaciones de un progenitor contra el otro y calla.
Este
término se utiliza para describir al menor que intenta amortiguar el conflicto
entre sus padres. Según las psicólogas Encarna Fernández y Carmen Godoy, este
niño soporta desvalorizaciones de un progenitor contra
el
otro y «en ningún momento los delata a pesar de que es consciente de la realidad
en la que vive». Al contrario, intenta amortiguar las descalificaciones y, si
es necesario, «mentirá o se responsabilizará él mismo» de las actuaciones
paternas o maternas.
Niño hipermaduro:
Ve sufrir a sus padres y hace como que la separación no le ha
afectado.
Hay
niños que cuando ven sufrir a sus padres se angustian tanto que «aparentan que
la noticia de la separación no les afecta». «Creen que sus padres sufrirán más
si los ven preocupados y por eso oculta lo que piensan». El problema, subrayan
las expertas, es que los padres asimilen esa actitud como una demostración de
la madurez de sus hijos.
Niño confidente:
Los padres le cuentan sus problemas más íntimos de pareja
«Algunos
niños han sido utilizados como confidentes de pareja por uno de los padres»,
afirman las especialistas en el libro. En este caso, al hijo «se le hace
depositario de confidencias, a veces de infidelidades, y de detalles de vivencias
íntimas». Las psicólogas creen que «muchas veces» estas confidencias buscan
«dañar la imagen» del otro progenitor o se utiliza al niño como una figura de
apoyo emocional. «Ambas situaciones son graves».
CONDUCTAS
POSITIVAS DE LOS PADRES TRAS DIVORCIO:
Mantener
una relación sociable y amigable con su excónyuge. No someter a los hijos a
numerosos cambios como resultado del divorcio. Los padres deben procurar
mantener a sus hijos en la misma escuela y continuar viviendo en la misma casa.
No discutir ni pelear con el excónyuge delante de los hijos. Es el factor más
importante relacionado con la manera en que los hijos se adaptan a vivir
separado de sus padres. Está directamente relacionado con el nivel de
adaptación del niño a la nueva situación
familiar.
Es
muy importante una disciplina consistente. Ambos padres deberían utilizar
métodos para disciplinar que sean similares y apropiados para la edad del niño.
Se debe tener el mismo límite en lo que es “conducta aceptable del niño” en los
dos hogares en los que va a vivir.
No
usar a los niños como mensajeros en la comunicación de los padres. No usar a
los niños como espías para saber cosas sobre la vida de su excónyuge.
No
hablar negativamente del padre o la madre delante de sus hijos. Recordar que el
excónyuge ante todo es el padre o madre de su hijo. Es mejor para el hijo tener
una base consistente y continua de visitas del padre que no vive con ellos.
Permitir
que los abuelos se relacionen estrechamente con sus nietos, pero dejen muy
claro que la máxima autoridad sois vosotros. Aseguraos de que los niños
entiendan que los padres le siguen queriendo.
Hablar
con los hijos sobre el abandono. Garantizarles que a pesar de ser necesarias
las ausencias, el padre que se queda siempre regresará.
Desculpabilizar
a los hijos de la separación o el divorcio, mostrándoles que ellos con sus
conductas no son culpables, que lo que no funcionó fue la relación de los
padres como pareja conyugal.
Aclarar
la situación y relación que los hijos tendrán con el padre que deja el hogar;
si los visita, es necesario que estas visitas sean puntuales y regulares.
Explicar
a los padres que cualquier manifestación de inestabilidad del niño (mojar la
cama por la noche, comportamiento agresivo o irritable, demasiadas travesuras,
bajo rendimiento en la escuela, falta de apetito, cambios bruscos en sus
patrones normales de conducta, enferma constantemente), es debida a que no
están conformes con la situación y tratan de llamar la atención; los padres
deben hablar con ellos y tranquilizarlos, ayudarles a aceptar la situación y
rodearlos de una atmósfera de Cariño y Seguridad.
Comunicar
a los padres que ante situaciones problemáticas que les desbordan y no
controlan, deben buscar ayuda profesional en Psicólogos, Asistentes Sociales,
Psiquiatras, etc.…
Las
Necesidades del Niño durante el Divorcio:
Necesito
querer a quien yo escoja sin culpabilidad, presión, ni rechazo.
Necesito
querer a mucha gente (padrastro/madrastra, parientes, etc.) sin culpabilidad y
sin que me hagan sentir desleal; entre más amor reciba, más tengo que dar y más
me gustará dar y recibir.
Necesito
tener una rutina normal diaria y semanal, una que no esté llena de reglas
alternas y trastornos.
Necesito
pasar tiempo con mis dos padres, sin importar lo que quieran y deseen los
adultos en cuanto a conveniencias, dinero, o sus sentimientos. Las visitas me
pertenecen a mí; son mi derecho, no el derecho de mis padres. Quizás esté
enojado, triste, y temeroso y necesite expresar esos sentimientos.
Necesito
que me caigan bien mis dos padres ya que los dos forman parte de mí, y necesito
también que me tranquilicen asegurándome que no hay nada de malo en eso. Necesito
no tener que echarle la culpa a alguien, ni ponerme de parte de uno o de otro.
Necesito
no tener que tomar decisiones de adulto.
Necesito
seguir siendo niño, y no ocupar el lugar de un padre y desempeñar sus deberes,
ni ser amigo o compañía de un adulto, ni ser el que consuela a mis padres.
Necesito
nunca tener que elegir con quién vivo. Esta decisión le corresponde a adultos
sabios. El tener que tomar esa decisión siempre va a herir a alguien, y por lo
tanto, a mí. Tal vez piense de esta manera aún cuando sea un adolescente y
otros quisieran que yo pudiera tomar esta decisión. No puedo nunca elegir entre
mis padres.
Modelos
de Crianza:
La Crianza en Conjunto y la Crianza en Paralelo (De P. Leslie Herold, Ph.D. y Christina Kanaly,
B.A.)
Hora de acostarse, Nutrición, Higiene Disciplina Deportes y otras
actividades extraescolares.
En Conjunto
Ambos
padres tratan de alcanzar la mayor uniformidad posible en los dos hogares.
Las
consecuencias del “mal comportamiento” de los niños, establecidas por los
padres, son claras y específicas, razonables, lógicas y apropiadas para la conducta.
Los padres platican antes de inscribir al niño en actividades extraescolares
(gimnasio, baile, fútbol). Los padres llegan a un acuerdo con los entrenadores,
etc., acerca de la cantidad máxima de tiempo que el niño puede faltar. Los
padres logran llegar a un acuerdo por anticipado para que los niños puedan
estar con ellos cuando no les toca el turno o en ocasiones familiares
especiales.
En Paralelo
Los
padres tienen rutinas diferentes en cada hogar; sin obligación alguna por
tratar de unifcar la rutina en ambos hogares. Es posible que los padres estén
de acuerdo en reglas generales (por ejemplo, no habrá palizas), fuera de eso,
cada uno de los padres disciplina según cree apropiado. Es posible que uno de
los padres le notifique al otro que inscribió al niño en cierta actividad, pero
un padre NO tiene la obligación de llevar al niño a los juegos o prácticas ni
de pagar cuotas. Los padres se turnan, años alternos (nones/pares), para
escoger las vacaciones y sólo tienen la obligación de informarle al otro padre
lo decidido.
Tema: Fines de semana y otras
ocasiones fijadas en el horario con cada uno de los padres .El tomar decisiones
y la comunicación de padre a padre .Cuestiones escolares:
En Conjunto
Si
están de acuerdo ambos padres, los fines de semana se pueden intercambiar total
o parcialmente. Es posible que los padres tengan “reuniones de operaciones” con
regularidad. Quizás tengan una palabra clave que indique que debe acabar una
reunión infructuosa. Los padres tratan de ser respetuosos, receptivos y, por
medio de la flexibilidad y la adaptación, trabajan para encontrar soluciones
donde ambos lados salgan ganando. Es posible que los padres concuerden en
asistir a eventos escolares (conferencia, consultas con los profesores,
representaciones) juntos, o bien que entre ellos decidan cuál de los dos
asistirá. Ir a escuelas particulares sólo si los dos están de acuerdo.
En Paralelo
Con
excepción de las vacaciones, los niños se pasan todos los fines de semana
exactamente de acuerdo a lo fijado en el horario, salvo que, cortésmente, uno
de los padres le pida al otro algún cambio y el otro esté de acuerdo. Los
padres se comunican solamente por escrito, por fax o por correo electrónico,
sobre temas extremadamente importantes. No se consultan uno al otro sobre
decisiones rutinarias acerca de la crianza de los hijos. Los padres informan a
la escuela que hay necesidad de tener consultas con el personal por separado.
.Se sientan separados en las asambleas y no se hablan.
Necesidades
de Desarrollo en los Niños
Los Bebés, Niños Pequeños y Pre Escolares
Les
va mejor con períodos de tiempo más frecuentes y más cortos Tienden a tener un
apego primordial, pero pueden tener apegos con varias Personas. Su sentido del
tiempo es muy diferente (un período de tiempo
corto
puede “durar para siempre” en la experiencia del bebé) No pueden tolerar
separaciones largas de ninguno de los padres Necesitan que se responda a sus
necesidades, mucho apoyo y cuidado cálido y afectivo, emocional y físico y
necesitan un horario constante.
Un
divorcio sin traumas infantiles
Claves
que no debes olvidar para amortiguar el sufrimiento de los hijos y evitarles
secuelas emocionales.
1. Lo primero: decírselo al niño.
Hay
que intentar, desde el primer momento, evitar los dramas innecesarios y pensar
en decírselo a los hijos de la mejor manera posible. Pero, ¿Quién debe hacerlo?
Lo ideal es que sean ambos progenitores al mismo tiempo.
Con
tranquilidad, sin lloriqueos ni victimismos; si los niños ven a sus padres seguros
de la decisión, todo irá mejor.
2. Los niños no son negociables.
Una
vez que el niño ya es partícipe de la situación, cada detalle es importante y
hay que tratar de ofrecerle seguridad afectiva. Es frecuente que intenten
ocupar el lugar que ha quedado vacante y que accedan a las
luchas
de poder iniciadas por sus padres.
Estos
problemas se producen cuando uno de los miembros de la pareja usa al niño “como
pantalla o correo”. “Muchas madres utilizan a los críos para vengar la actitud
del padre”. Éste es un error terrible, pero no el único. “No debe mezclarse a
los niños en asuntos de la pareja; no les interesa si sus padres tenían
problemas sexuales o económicos”. Tampoco deben presenciar los reproches.
3. Cuantos menos cambios, mejor.
Estas
medidas facilitan al niño la situación, aunque ésta no deja de ser dolorosa, “no
existen remedios mágicos para que tu hijo no se encuentre mal ante esta
noticia. Hay que hacerle ver que entiendes su dolor, pero que es un sentimiento
pasajero”.
Puede
darse el caso de que el niño no manifieste sentimiento al principio, pero al
cabo del tiempo –uno o incluso dos años- aparezcan los denominados “efectos
dormidos”. Los más habituales son depresión, ansiedad, regresión, miedos...
Algunos expertos señalan diferentes reacciones de los niños y las niñas, que
suelen ser menos agresivas, más retraídas y pasivas. Ellos muestran más cólera
y rabia. Estos efectos se pueden controlar minimizando los cambios familiares. Cuanto
más se respete la continuidad en la vida del niño, más fácil será su adaptación.
Esa continuidad debería incluir el trato con el progenitor que no tiene la
custodia.
4. Un progenitor y no una visita.
A
este tipo de acuerdos no siempre es fácil llegar, pero hay que tender a
conseguirlos. Quien se quede con la custodia, generalmente la madre, debe
repetirse esta frase, apuntada por Marisa Sacristán, presidenta de la Asociación
para la Protección del Menor en los Procesos de Separación de sus Progenitores:
“Necesito al otro porque mis hijos lo necesitan y porque yo lo necesito para
compartir la responsabilidad de su educación. En los juicios de separación se
oye mucho eso de “He ganado, me quedo con los hijos”, como si fueran una
propiedad”.
TRAS
LAS VISITAS DE SU PADRE ¿QUÉ LE PASA?, ESTÁ DIFERENTE!
Tras
estar con su padre se da una separación, el niño vuelve a casa y puede sentirse
triste por separarse, enfadado por la situación, nervioso por la tensión vivida
en ese momento por sus padres. ES UN
MOMENTO
DURO PARA EL NIÑO.
SIEMPRE
HAY UN PERIODO DE ADAPTACION CUANDO EL NIÑO VUELVE A CASA.
En
este periodo, el niño se puede manifestar con silencio, enfado, insultando a su
madre, mostrándose más desafiante, aislándose, llorando, verbalizando su
malestar, teniendo una peor conducta e ignorando a su madre. Son reacciones que
debemos de entender. No significa que ya no nos quiere, o que quiere más a su
padre o que algo horrible ha pasado… Cada vez que un niño pequeño se separa de una
figura afectiva importante puede mostrar estos síntomas. Dicha reacción puede
durar días
ES
NORMAL, PERO PODEMOS AYUDARLE:
1.
Decirle si quiere hablar de cómo lo ha pasado
2.
Interesarnos de cómo ha estado, que ha hecho. NO JUZGAR NI CRITICAR EN ESTE
MOMENTO A SU PADRE.
3.
Si no quiere hablar no forzarle…necesita un poco de calma y estar solo.
4.
Si se siente triste porque su padre se ha ido decirle que pronto estará con el
de nuevo, que piense en lo bien que lo ha pasado, en lo mucho que le quiere su
padre y que le podrá llamar mas tarde.
5.
Podemos proponerle un plan para distraerle y hacerle más fácil este momento:
jugar, ver un DVD, dar un paseo, algo que le guste.
PAUTAS
ORIENTATIVAS GENERALES SOBRE PROCESOS SEPARACION:
A
continuación se establecen unas pautas orientativas sobre cómo tratar con los
niños el proceso de separación-divorcio.
Se trata de indicaciones generales que en cada caso varían y deberían
de ajustarse en base a edad del niño y situación conyugal. Así mismo estas
pautas serian las IDEALES de CARA A LOS NIÑOS, NO LOS PADRES y es
conveniente esforzarse en llevarlas a cabo. Dedicar tiempo y esfuerzo a esta
fase de comunicación ya que es muy importante de cara a los niños.
Evitar
la tentación de no decir nada, salir de casa un día con las maletas, decir que
papa se “ha ido de viaje”, “está trabajando” u otros datos que confundan al
niño.
Intentar
por el bien de los niños actuar como dos personas que se quieren y van hacer
todo los posible para que la separación no interfiera en vuestro
papel de padres. El niño tiene una familia que sois vosotros y el no
tiene la culpa de vuestros conflictos de pareja. A pesar del divorcio
sois padres y por tanto actual como tales. No descargar con los niños
nuestro enfado y evitar comentarios negativos y culpabilizadores sobre
el otro cónyuge. Esta actitud perjudica y confunde a los niños. Los niños
deben de tener acceso a los dos progenitores con libertad y es positivo
que ambos compartan la vida de los niños lo máximo posible.
FASE I-COMUNICACIÓN DE DECISION:
PAUTAS
CONCRETAS EN ESTA FASE- (Adaptarlas en base a la edad del niño) COMUNICAR a
los niños la decisión adoptada. Tener una reunión con ellos (TODOS A
PODER SER, NO CADA PADRE
POR
SEPARADO) y explicar la situación. Explicarles que cada padre va a vivir en
casa diferentes a partir de ahora. Dejar claro que su vida no va a cambiar, va
ir al mismo cole, casa y parque. Decirle que no es por su culpa, que los
mayores a veces se enfadan y es mejor que vivan en casas diferentes. Asegurarle
que no OS VA A PERDER, sois su padre y su madre y vais a seguir queriéndole,
estando con él y cuidándole.
Dejar
CLARO que es una decisión tomada por vosotros y que no tienen nada que ver
ellos y NO TIENEN LA CULPA, NI SON RESPONSABLES DE NADA. (CUIDADO CON
ESTE TEMA, LOS NIÑOS TIENDEN A PENSAR QUE ELLOS SON RESPONSABLES!). EVITAR
MAS DISCUSIONES Y MOMENTOS DE TENSIÓN EN ESTA REUNION (NO ES EL
MOMENTO). ENCARARLO DE
UN
MODO TRANQUILO. Explicar que el motivo de separación es que aunque os queréis mucho,
vuestras peleas hacen que estéis tristes y lo mejor es vivir en casas
diferentes. HACER HINCAPIÉ EN QUE LOS CAMBIOS COMO PADRES VAN A SER
POCOS Y OS VAIS A ESFORZAR EN ELLO.(ver a los niños, participar en
sus vidas, adaptaros a sus horarios, necesidades, etc) Mantener que seguís
siendo una familia, vais a seguir siendo papa y mama, que os queréis mucho pero
que es mejor que papa y mama no vivan en la misma casa para no pelearse. Así vais
a ser todos más felices. Intentar expresar que el cambio en sus vidas va a
ser positivo porque os vais a pelear menos, estar menos tristes y os
vais a esforzar en que sus vidas se vean lo menos alteradas posibles. Sois una
familia más feliz así y el tan bien lo va a ser. MOSTRAR UN TALANTE POSITIVO
ENTRE LA PAREJA Si ya está establecido el lugar de residencia del padre, casa, QUE ES SU CASA TAMBIEN, que van a tener
sus juguetes, y poder ir cuando quieran. Acordar actividades con ellos qué vais
a seguir haciendo, decirles que ahora van a tener dos casas, e intentar
transmitir qué vais a estar igual de ACCESIBLES para ellos. Decirles muy claro
que días vais a estar con ellos, que les vais a llamar todas las noches y que
siempre que quiera y se pueda estaréis ahí con él.
REGUNTARLES QUE PIENSAN, SI OS
QUIEREN PREGUNTAR ALGO, ACLARAR SUS MIEDOS, DUDAS. OJO! ESTAS PAUTAS SON
IMPORTANTES CON TODOS LOS NIÑOS, INCLUSO PEQUEÑOS.
Emplear
una lectura de un cuento especial para este tema, para iniciar la conversación.
FASE
II-ACUERDOS DE VISITAS:
Este
apartado es clave también y hay que darle MUCHA IMPORTANCIA en cada caso.
Evitar que el acuerdo de dichas visitas se traduzca en una pelea,
lucha entre vosotros. Cada edad del niño requiere unas necesidades de visita y
una programación determinada de estas de cara a su duración y espacio en el
tiempo. No es lo mismo un niño de un año
y medio que de diez. Los bebes necesitan visitas frecuentes a casa, los niños
de 1 año visitas de una tarde a la semana, los de 3 años dos tardes y una noche
y los de Primaria
fines de semana cada 15 días y un día a la semana. Tal y como
podemos observar a medida que avanza la edad del niño se recomienda salidas de
casa más duraderas. Los niños de 0-3 años necesitan
estabilidad y control del entorno y por eso se restringen las
salidas de su casa y se recomiendan
que sean paulatinas.
Los niños pequeños requieren además del fin de semana visitas
cortas entre semana, en las cuales el
padre se acerque a su entorno y comparta sus rutinas: parques, merienda, llevarle a una actividad extraescolar. Es necesario
que el padre e hijo desarrollen un vínculo afectivo. Además es
importante que el padre se acerque a la rutina del niño, se
responsabilice de aspectos del día a día y evite que sus visitas sean exclusivas
de planes de diversión potenciando ser un “padre Disney”.
Lo
que debe guiar dicho acuerdo sería: SER ACCESIBLES PARA LOS NIÑOS, MINIMIZAR
LOS CAMBIOS EN SUS VIDAS, ADAPTARNOS A SU ENTORNO Y VIDA COTIDIANA.
LA
COMUNICACIÓN (adecuada) ENTRE LOS PADRES ES MUY IMPORTANTE. YA NO SOIS
PAREJA PERO SI PADRES DE LOS NIÑOS Y DEBEIS CENTRAR VUESTRA RELACION
EN ESE ROL.
ASPECTOS
A TENER EN CUENTA…
1.
Los niños van a sentir el divorcio, pero podemos ayudarles minimizando los
efectos. Facilitar la relación con su padre y madre, no pongáis obstáculos para
relacionaros con el niño ni que la otra parte lo haga.
Ser
accesibles, hacerle visitas programadas y rutinarias donde disfrutemos y le
eduquemos.
Llamarle
a las noches Ser muy afectuosos con el Decirle que es lo más importante de
nuestra vida Decirle que tiene una familia: un padre y una madre
NO
DISCUTIR ni crear ambientes de tensión entre vosotros delante del niño.
No
juzgar, culpabilizar, criticar y hablar mal del otro progenitor. Ser padres:
responsabilizarnos de la salud física, psicológica, aprendizaje, educación de
normas, hábitos, fomentar las relaciones sociales….
SER
PADRES en conjunto y no PARALELO El niño tiene derecho a ver a sus padres, no
lo evitéis y no se lo neguéis. Cumplir los días de visita. Dejar que el niño
hable de su padre y madre, que os haga preguntas y animarle a que exprese su
pena, enfado y dudas de forma abierta. Evitar la introducción brusca de
terceras personas, seguramente el niño no lo entenderá.
Facilitar
el contacto con la familia extensa.
SI
SEGUIS LAS PAUTAS DE TODO EL DOCUMENTO, VUESTRO HIJO O HIJA SERÁ FELIZ!