viernes, 11 de septiembre de 2015

¿POR QUÉ HAY NIÑOS QUE TIENEN PROBLEMAS DE COMPRENSIÓN LECTORA? ¿CÓMO PODEMOS MEJORAR ESOS PROBLEMAS?

Aunque la teoría predominante para explicar las dificultades de Comprensión Lectora ha sido el déficit en la decodificación fluida de la lectura, en la actualidad se sabe que hay personas que decodifican de manera automática y tienen una lectura fluida y, sin embargo, no comprenden lo que leen.
Por ello, numerosas investigaciones se han centrado en buscar las causas de los problemas de compresión lectora, llegando a la conclusión de que son muchos los factores que inciden en la comprensión de un texto y que, además, hay una estrecha relación entre todos ellos, aunque en la actualidad predomina la teoría del déficit estratégico, (conocer y aplicar las estrategias metacognitivas necesarias para hacer de la lectura un proceso activo), como causa de los problemas de comprensión lectora en personas que no tienen problemas de decodificación.
 Algunas de las causas de las dificultades de comprensión lectora con más relevancia son:


 A continuación explicaré cada uno de esos puntos:

1º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: DIFICULTADES DE DECODIFICACIÓN.
Los lectores que no decodifican correctamente, se dedican intensamente a esa tarea mientras leen, por lo que todos sus recursos atencionales se concentran en decodificar el sonido de los grafemas, es decir, en pronunciar cada palabra. Esto provoca que haya una sobrecarga en la Memoria Operativa que impide que se destinen recursos cognitivos a tareas superiores como la comprensión.
Debido a que los recursos cognitivos son limitados, los malos decodificadores olvidan el significado de las palabras que van leyendo porque no tienen capacidad para procesarlo y almacenarlo, por ello pierden el hilo conductor del texto y no captan el sentido global de este.
Ejemplo:
Imaginemos que estamos leyendo un texto: ” Hahabía una recco…le, recolec.., ah! recolección de ….”
Con el esfuerzo que dedican a decodificar la información impresa y con las rectificaciones que tienen que hacer durante todo el texto, al final, no captan el significado global.
Aunque la decodificación automática y fluida de las palabras es una condición necesaria pero no suficiente para la comprensión.
Implicaciones  educativas
 Tienen que aprender  adecuadamente a decodificar en los primeros años de la enseñanza lectora, para lo cual es conveniente trabajar, previa y conjuntamente, la Conciencia Fonológica y utilizar metodologías multisensoriales para la adquisición de las RCG-F, con el fin de que estos niños automaticen el proceso de decodificación a partir del 2º curso de E. Primaria y comiencen a practicar estrategias a nivel superior para mejorar su comprensión.

Es fundamental la atención precoz, ya que la distancia entre estos niños y los buenos lectores aumenta progresivamente con el paso de los cursos, por lo que si no se trabaja a tiempo, una discrepancia mínima puede llegar a convertirse en una gran desventaja.

2º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: CONFUSIÓN RESPECTO A LAS DEMANDAS DE LA TAREA.
Cuando un niño comienza a leer cree que para comprender el texto solamente hay que decodificar las palabras.
Para que se produzca la comprensión de un texto es necesario:
1º- Componente léxico: Reconocer las palabras escritas y acceder al diccionario interno o léxico mental donde está el significado de cada una de ellas.
2º- Componente sintáctico: Atender a la parte sintáctica, donde un analizador sintáctico se pone en marcha para extraer las relaciones gramaticales entre palabras y entre las oraciones del texto.
3º- Componente semántico: Inferir las relaciones semánticas dentro de cada oración y entre ellas.
Por ello, además de comprender el significado de las palabras, hay que tener en cuenta componentes estructurales y contextuales, la estructura gramatical, las características sintácticas y la integración del significado de cada oración en un significado global.
Implicaciones  educativas
Hay que promover que el niño sea consciente de las demandas de la tarea para lograr que se involucre de manera activa en la búsqueda del significado, comenzando por conocer los diferentes niveles estructurales de los textos, sintiendo la necesidad de integrar los niveles léxico, sintáctico y semántico y ajustando sus estrategias en función de las características del texto.
El lector tiene que comprender que para la adecuada comprensión del texto hay que pasar por todos los niveles estructurales de este:
1º- El reconocimiento de las palabras.
2º- Crear microestructuras, que son relaciones entre las ideas que transmiten las diferentes oraciones o párrafos, es decir, hay que captar las ideas contenidas en cada oración y relacionarlas entre sí.
3º- Crear macroestructuras, que son las ideas principales del texto, las cuales habrá que destacar para captar el significado global de este.

4º- Analizar la superestructura del texto, que significa comprender como están relacionadas las diferentes ideas o estructura interna del texto, para lo cual hay que conocer los distintos tipos de textos, principalmente los narrativos y expositivos, y dentro de los expositivos: estructuras de descripción, causalidad, comparación, problema/solución y secuencia.
3º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: ESCASEZ DE VOCABULARIO.
La existencia de un vocabulario rico y cohesionado es importante para la comprensión del texto, aunque, esta condición no es suficiente para asegurar la comprensión del texto por sí sola.
Sin embargo, tener un amplio vocabulario beneficia notablemente la Comprensión lectora, pues al  comprender los conceptos que entraña el texto  podemos relacionarlos con nuestros conocimientos previos y así hacer inferencias y comprender el significado global del texto.

Implicaciones  educativas
Hay que trabajar el vocabulario clave de los textos antes de leerlos y hay que enseñar a los niños/as a ayudarse del contexto para captar el significado de ciertas palabras sin tener que recurrir constantemente a medios externos, diccionario o preguntas a otra persona.

4º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: ESCASEZ DE CONOCIMIENTOS PREVIOS.
Los conocimientos previos de una persona son el número de conceptos que tiene almacenados en la memoria y las asociaciones que ha creado entre ellos.
Por ello, al leer una palabra, esta se activa en la memoria, siempre que su concepto está almacenado, y esa activación se extiende automáticamente a otros conceptos relacionados o asociados, lo que nos permite hacer inferencias y obtener información que no está implícita en el texto.
La activación de esas asociaciones se debe realizar teniendo en cuenta el contexto donde aparece la palabra activada, lo que conseguirá que se active la asociación más adecuada.
La activación adecuada de conocimientos previos es esencial para afianzar los nuevos aprendizajes por lo que los lectores con más conocimientos previos sobre un tema son capaces de recordar más información del texto leído y, por ello, responden correctamente a las preguntas de comprensión.
Según Rumelhart (1980), la comprensión puede fallar por tres causas distintas relacionadas con los conocimientos previos del lector:

Ejemplo: Si el lector leyera:” Gracias por haberme invitado. El momento de la graduación fue muy emotivo, y la cena de después muy divertida, aunque se me olvidó darte la enhorabuena.”
La falta de conocimientos previos hubiese podido provocar:
- Que el lector no conozca los conceptos apropiados. (Que no sepa que es una graduación).
- Que las señales del texto sean insuficientes para activar los conceptos que posee el lector. (Que el texto no dé suficientes detalles sobre el ritual de la fiesta).
– Que el lector interprete la información de una manera distinta a como la entendió el autor. (Qué el lector piense que el texto está hablando del derroche que hay en este tipo de eventos porque hay cenas muy abundantes).

Implicaciones  educativas
Podemos llevar a cabo varias actividades previas a la lectura del texto.
-  PONER UN TÍTULO QUE ACTIVE LOS CONOCIMIENTOS SOBRE LO QUE SE VA A LEER. Que el alumno lea el título y según este explique sobre qué cree que va a ocurrir, que sabe sobre ello…
- DARLE AL LECTOR UNA PERSPECTIVA PARA QUE LEA EL TEXTO, UNA FUNCIÓN O UNAS INSTRUCCIONES.
Por ejemplo: si es un texto sobre los animales exóticos, le podemos pedir que imagine que tiene una tienda de animales exóticos y que va a decidir cuáles son los que le gustarían más a sus compradores o que es miembro de un grupo de protección de los animales exóticos y que tiene que valorar cuales están más amenazados.
- ANALIZAR LOS CONCEPTOS MÁS RELEVANTES Y VOCABULARIOPREVIAMENTE A LA LECTURA.
- UTILIZAR ORGANIZADORES PREVIOS DE LA INFORMACIÓN, EXPLICAR LA ESTRUCTURA DEL TEXTO QUE SE VA A LEER.
- PROVOCAR UN DIÁLOGO SOBRE EL TEMA, HACER PREGUNTAS, VALORACIONES Y PREDICCIONES SOBRE LO QUE CREEN QUE VAN A LEER.
- HACER INFERENCIAS PARA ACTIVAR LA ASOCIACIÓN ADECUADA DE LAS PALABRAS A TRAVÉS DE LOS CONOCIMIENTOS ALMACENADOS EN LA MEMORIA.
Por ejemplo: para trabajar las inferencias podríamos darle al niño lecturas, breves y hacerle algunas preguntas no literales.
Lectura:” Gracias por haberme invitado. El momento de la graduación fue muy emotivo, y la cena de después muy divertida, aunque se me olvidó darte la enhorabuena.”
Preguntas inferenciales:

– ¿Cuál fue el motivo de celebrar esa cena?

– ¿Quién narra los hechos?

– ¿Por qué le debía dar la enhorabuena?
5º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: PROBLEMAS DE MEMORIA.

La MCP y Memoria operativa o de trabajo es esencial para la comprensión lectora, ya que permite mantener las información ya procesada durante un corto periodo de tiempo, mientras que se lleva a cabo el procesamiento de la nueva información que va llegando a este almacén y, al mismo tiempo,  se asocia la información ya procesada a conocimientos previos almacenados en la Memoria a Largo Plazo.
Según Siegel 1993, la memoria operativa en la comprensión lectora es necesaria:
– En la conversión G-F; para la lectura de palabras aisladas es necesario realizar la CG-F y mantener esta conversión en la memoria mientras se procesa el resto de los elementos de la palabra.
– En la extracción del significado global del texto; para la utilización de estrategias cognitivas y metacognitivas, pues durante la lectura de un texto debemos extraer las relaciones semánticas y sintácticas que se establecen entre las palabras  y recordar el sentido de las frases que vamos leyendo para poder asociarlas y comprender el significado global de la lectura.

Implicaciones  educativas
Para permitir dedicar recursos de memoria y atención a la comprensión de un texto hay que liberar recursos de memoria y atención ocupados en procesos inferiores como la decodificación, por ello será necesario automatizar el reconocimiento de palabras y el uso de las propias estrategias de comprensión.
El objetivo final es que el lector automatice los niveles básicos de procesamiento de la lectura y realice un proceso de construcción activa del significado, autorregulando sus estrategias cognitivas para ello.
6º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: DESCONOCIMIENTO Y/O FALTA DE DOMINIO DE LAS ESTRATEGIAS DE COMPRENSIÓN LECTORA.
Numerosos estudios en comprensión lectora sitúan el déficit estratégico como principal causa de los problemas de comprensión lectora, ya que proponen que los lectores tienen escasez e inadecuación de las estrategias, por lo que leen de manera pasiva, sin buscar la construcción activa del significado y sin ajustar las estrategias lectoras a la demanda de la tarea.
Es importante conocer las estrategias de comprensión lectora que debe poner en marcha el lector para lograr la completa comprensión del texto.
Por tanto, a continuación se expone una clasificación de las estrategias de comprensión lectora en función del momento en el que se aplican, es decir, antes, durante o después de la lectura del texto, aunque es preciso mencionar que en la práctica algunas de ellas se solapan.

ESTRATEGIAS PREVIAS A LECTURA:

- Establecer un propósito u objetivo a la lectura.
- Formular hipótesis y predicciones sobre el contenido del texto.
- Activar los conocimientos previos. Atención al vocabulario relevante, al título y al diálogo previo. 

ESTRATEGIAS "DURANTE":

- Autocontrol de la comprensión: velocidad, releer, detenerse...
- Habilidades de vocabulario: contexto y análisis estructural.
- Conciencia de la progresión temática de párrafo a párrafo.
- Distinguir la información más relevante. Sacar ideas principales.
- Deducir o realizar inferencias.
- Analizar la Organización de las ideas o estructura del texto.
- Realizar nuevas predicciones y evaluarlas.
- Leer críticamente. 

ESTRATEGIAS POSTERIORES A LECTURA:

- Incluir todas las técnicas que ayudan al estudio de un texto:

  • -Realizar una segunda lectura.
  • - Subrayado de ideas principales.
  • - Resumen del texto.
  • - Elaboración de esquemas y/o mapas conceptuales.
  • - Anotar ideas o explicaciones al margen.
  • - Etc. 


Para la adecuada enseñanza  de estas estrategias en necesario trabajar cada una de ellas de forma específica, dando un modelado adecuado, guiando la práctica de los alumnos y ayudándoles a automatizar tales procesos y a generalizarlos a diferentes contextos.
Por ejemplo, en un estudio de Brown, (1983), se pedía a un grupo de sujetos que realizaran el resumen de un texto previamente leído.
Se observó que los malos lectores utilizaban dos estrategias para realizar el resumen, las dos erróneas:
1- Copiar literalmente las frases que consideraban más importantes. Al final el resumen era demasiado largo y difícil de memorizar, pues no expresaban ninguna idea con sus propias palabras.

2- Realizar el resumen paso a paso, copiando una secuencia lineal de hechos que no tenían relación entre ellos. Al final el resumen era una lista de elementos sin relación, pues habían seguido una estrategia de listado.
La explicación a esto es que los malos comprendedores no son capaces de realizar mapas o esquemas globales de la información de un texto, donde diferencien la información relevante de la menos importante y donde organicen las ideas para comprender el significado global del texto.
Implicaciones  educativas
Es necesario realizar una intervención educativa centrada en la mejora de las habilidades directamente relacionadas con el proceso de lectura, teniendo en cuenta que los ejercicios tradicionales de comprensión lectora, (respuesta a preguntas de comprensión) no ayudan a la mejora de la comprensión lectora,  pues su función es evaluar no intervenir.
7º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: ESCASO CONTROL DEL PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA.
Una de las principales causas de las dificultades de comprensión lectora es el escaso control y dirección del proceso lector que realizan los lectores, es decir, la carencia de la aplicación de Estrategias Metacognitivas, antes, durante y después de la lectura.
La metacognición es el conocimiento y control de la propia actividad cognitiva y tiene dos funciones:

1-  Ser conscientes de los procesos, habilidades y estrategias requeridas para llevar a cabo una actividad.
2- Ser capaces de  guiar, revisar, evaluar y controlar la actividad cognitiva, es decir, de poner en práctica las estrategias, procesos y habilidades requeridas.
En numerosas ocasiones el problema está en que los niños/as no conocen las estrategias que hay que aplicar en la comprensión lectora, no saben cuándo ni cómo ponerlas en marcha o no son conscientes de que no comprenden la información que están leyendo por lo que no buscan estrategias que les ayude a la comprensión de dicha información.
Entre las estrategias metacognitivas que se conciben como fundamentales para la Comprensión lectora están las estrategias de guiado, las de comprobación y las de autoevaluación.
Para resumir, proponemos el uso de tres reglas básicas o macrorreglas para extraer o resumir el significado global de un texto o macroestructura, propuestas por Kintsch y Van Dijk, 1978).
1º Omisión o supresión de la información irrelevante o secundaria.
Ejemplo:
“El martes por la tarde, cuando aún no había llegado mi madre, nos fuimos a jugar al parque que hay al lado de casa. Primero llegó Carlos, luego Sara y más tarde llegaron todos los demás. Cuando estábamos todo el grupo, hicimos equipos y empezamos a jugar un partido de futbol, pero antes de haber marcado el primer gol, comenzó a llover con mucha fuerza y tuvimos que refugiarnos debajo del Palomar del Parque. Como no paraba de llover decidimos irnos a casa, cada uno salió corriendo hacia su casa. Todos llegamos a nuestras casas chorreando, por eso hoy no ha venido casi nadie a clase porque casi todos están resfriados.”
Se puede transformar en:

” Los niños fueron a jugar al parque, empezó a llover y todos se fueron a casa. Al día siguiente no fueron a clase porque estaban resfriados.”
2º Selección de los conceptos claves o información principal.
Ejemplo:
“Las abejas son insectos sociales porque viven en colonias o grupos. En cada colmena viven las abejas obreras, los zánganos y la abeja reina. Las abejas obreras son las que se encargan de buscar y llevar el polen a la colmena para fabricar la miel. Para ello, las abejas tienen un sistema de comunicación basado en los movimientos, por lo que una abeja que encuentra miel, vuelve a la colmena y mediante una danza les indica a las otras abejas obreras dónde está la miel y cuánta hay. Para convencerlas de que vayan les trae un poquito polen del que ha encontrado, pues si prueban el manjar todas se animan a buscarlo.”
Se transformaría en:

“Las abejas viven en grupos de abejas obreras, zánganos y la abeja reina. Las abejas obreras buscan el polen y hacen la miel. Cuando encuentran polen avisan a sus compañeras mediante movimientos.”
 3º Generalización de la información o resumen, que consiste en incluir la información de varias frases en una sola.
Ejemplo:
“Cuando me invitaste a tu casa, tu madre me ofreció un gran manjar. Comimos gambas a la plancha, almejas en salsa, calamares fritos y truchas con jamón. Además abrió una de las mejores botellas de vino que tenía en casa. No olvidaré nunca ese recibimiento porque nunca me habían tratado mejor.”
Se transformaría en:

“Cuando fui a tu casa comí marisco y pescado, bebí vino y fui tratado muy bien.”
Implicaciones  educativas
Enseñar a los niños las estrategias de comprensión existentes y ayudarles a ponerlas en marcha.
Por ejemplo: volver hacia atrás y releer un párrafo cuando nos damos cuenta de que no hemos comprendido el significado global de este, descubrir inconsistencias o lagunas en los textos, disminuir la velocidad ante un pasaje difícil, intentar descubrir el significado de una palabra determinada ayudándonos del contexto antes de buscar por medios externos el significado, localizar las ideas principales, hacer inferencias, contestar y hacerse preguntas mientras se va leyendo, resumir la información o parafrasear un texto.
Es necesario explicitar las operaciones implicadas en la lectura para que los alumnos tomen consciencia de las demandas de la lectura y de las habilidades cognitivas y metacognitivas que conlleva su ejecución y que pueden aplicar conscientemente para comprender un texto, con el objetivo de que el alumno se esfuerce en la construcción activa del significado.
Por ejemplo para el entrenamiento sobre el esquema de los cuentos, Short y Ryan, 1984, propusieron que los docentes les pidieran a los alumnos que, a medida que fueran leyendo, se plantearan las siguientes preguntas:
- ¿Quién es el personaje principal?

– ¿Dónde y cuando tiene lugar la historia?

– ¿Qué hizo el personaje principal?

– ¿Cómo termina la historia?

– ¿Cómo se siente el protagonista?
El objetivo no era que respondieran a estas preguntas correctamente tras finalizar la lectura, sino fomentar que llevaran a cabo este tipo de estrategias mientras estaban leyendo.
Para generalizar las estrategias de lectura, más allá del contexto de entrenamiento, sería necesario combinar en la intervención educativa los procedimientos de entrenamiento en autocontrol con la información explícita y directa sobre las estrategias.
Para ello hay que incluir información, tanto procedimental como declarativa, sobre cualquier estrategia que se emplee, es decir, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Y ¿Por qué?.
8º Causa de las dificultades de Comprensión lectora: FACTORES AFECTIVOS.
En todos los aprendizajes influyen significativamente los factores afectivos, principalmente el autoconcepto del niño/a y la confianza que tenga en sí mismo, pues la baja autoestima o la inseguridad pueden perjudicar seriamente la adquisición de cualquier tipo de aprendizaje.

Implicaciones  educativas
Hay que dar refuerzo positivo al alumnado que muestre estos síntomas.
Tenemos que reforzar sus habilidades, mostrarles lo que saben hacer sin remarcar continuamente sus errores.
Es necesario que mostremos confianza en ellos con el fin de que ellos la desarrollen en sí mismos, comprendamos sus dificultades para no pensar que lo hacen porque no se fijan o no les interesa la actividad, ayudémosles a que les guste aprender, a que sientan que ellos pueden aprender como cualquier otro niño/a y utilicemos metodologías que fomenten su desarrollo , para evitar que la discrepancia con su grupo de edad aumente progresivamente y permitirles el máximo desarrollo de sus capacidades.
9º  Causa de las dificultades de Comprensión lectora: FACTORES MOTIVACIONALES.
Al igual que los factores afectivos, los factores motivacionales influyen en todo tipo de aprendizajes y en la motivación hacia el aprendizaje en sí mismo.
La motivación hacia el aprendizaje es fundamental para adquirir conocimientos, estrategias, ideas, contenidos, etc… y desarrollar nuestras habilidades académicas y personales.
La motivación del niño va intrínsecamente relacionada con los factores afectivos por lo que, además de tener en cuenta las implicaciones educativas anteriores, es necesario promover que el niño/a se interese por la tarea que va a realizar, darle las explicaciones suficientes para que conozca la funcionalidad de lo que está haciendo, fomentar el aprendizaje significativo, intentar adecuar los textos y demás tareas a los intereses y niveles cognitivos de los niños, hacerles partícipes del proceso de enseñanza- aprendizaje y enseñarles a ser los “directores” de su propio aprendizaje.


jueves, 21 de mayo de 2015

SEGUIR LAS NORMAS

En 1º de Ed. Infantil  se han estado trabajando en colaboración con su tutora los siguientes objetivos:
-         
  • Enseñar pautas elementales de cumplimiento de normas en clase, para niños que suelen incumplirlas, que quieren ir a su aire e incluso que se muestran desafiantes con ellas.
  • Comprender que las normas tienen su sentido y las consecuencias que este tipo de conductas tienen para ellos y para los demás compañeros de clase.


Estos objetivos fueron trabajados a través de un cuento llamado “El caballito Yito”.

Este cuento es de la Editorial CCSS y su autor es Jesús Jarque García.
El libro a través de cuentos trabaja dificultades que se dan en el comportamiento del día a día de niños/as de ED. Infantil y primeros cursos de Ed. Primaria. Es muy práctico. 

Después de trabajar el cuento, los niños pintaron un dibujo de dicho caballito y se lo llevaron a casa. Es bueno que tengan este dibujo presente y cuando el comportamiento de los niños/as no sea el adecuado puedan hacer referencia a dicho dibujo para recordar por qué es bueno seguir unas normas.

En clase, además,  los niños establecieron una serie de normas junto con nosotras (Han de ser pocas y sencillas) y su tutora elaboró una tabla de doble entrada con ellas (Por un lado las normas y por otro los nombres de los niños/as – Teniendo en cuenta los días de la semana).

Cuando un niño no cumple alguna de las normas recibe una carita triste en dicha tabla. Al final de la semana se cuentan las caritas y según el número de caritas positivas que haya establecido la profesora estos recibirán una recompensa.

Al principio las recompensas son materiales (Una golosina, una pegatina…) pero poco a poco han de ser cambiadas por recompensas sociales (Un abrazo, un aplauso u otro tipo de reconocimiento)  hasta que finalmente la recompensa simplemente sea la propia satisfacción del niño por haberlo hecho bien.
 
Al principio el número de caras tristes puede ser más amplio y poco a poco estas se pueden ir reduciendo (Por ejemplo, cada dos semanas).

Cuando se consiguen las normas marcadas, estas se han de cambiar y establecer con los niños nuevas reglas. También es bueno acordar que refuerzos- premios les gustaría recibir e ir variando (Ya que si no se pueden cansar…. Pero siempre cambiándolos por reforzadores sociales y poniéndolo cada vez más difícil – menos número de caras tristes-).  

Es importante ser firmes y cumplir siempre nuestros acuerdos. Se ha de realizar todos los días y revisar al finalizar la semana. De lo contrario, el plan para mejorar la conducta no tendrá validez.
En casa, si lo creen conveniente, pueden  usar el mismo sistema. 

De cara al curso que viene se seguirá teniendo en cuenta “El caballito Yito” ya que los resultados han sido satisfactorios.

También se les han estado dando pautas para tener opciones positivas ante un enfado. Es necesario que cuando los niños estén enfadados se les recuerde que para  “sacar el enfado de su cuerpo” pueden:

  •  Beber agua (Ellos creen que  “diluye el enfado” pero está demostrado que ayuda a calmarse).
  • Pensar en algo que les ponga felices.
  • Respirar (Se les enseñó una técnica para realizar las respiraciones.  Tienen que pensar que están oliendo su olor favorito e inspiran contando hasta tres y lo mismo con las espiraciones. Se tiene que “hinchar” su tripa).
  •  Ir a un lugar de la casa en el que se sientan tranquilos y cuando estén más calmados volver y hablar sobre el enfado.
  •  Hacer un dibujo sobre lo que les ha enfadado (Para que este “salga de su cuerpo”).
  • Contar hasta diez.
  • Cantar esta canción:


o   https://www.youtube.com/watch?v=aixHCo0HIP4

Esperamos que sea positivo para ustedes.


miércoles, 28 de enero de 2015

¿CÓMO MOTIVAR?

Seguro que a muchos padres les suenan estas expresiones:

“No tiene interés”, “le da todo igual”, “es una batalla diaria comenzar a hacer los deberes con él”, “se distrae constantemente”, “se olvida de apuntar los deberes”…


Son quejas habituales de los padres interesados en conocer qué tienen que hacer para mejorar esta situación.

Probablemente no haya una respuesta única sino que tendremos tantas soluciones como niños haya, ya que cada uno de ellos presentará sus propias peculiaridades y circunstancias. Aun así, desde  PSICODIAGNOSIS:Psicología infantil y Juvenilhan intentado aportar algunas pistas generales  para que nos sirvan de guía para nuestro cometido ante estas preocupaciones.

1- Aproximación al problema

Afirman que en cierta ocasión el genio de Albert Einstein desmintió que sus descubrimientos fueran fruto de su brillante inteligencia. De hecho, él mismo presentó diferentes problemas de aprendizaje durante su etapa escolar que lo relegaron a un plano muy discreto. Einstein aseguraba que todo el mérito no era tanto de su inteligencia sino de su perseverancia. En otras palabras tenía una gran motivación para triunfar en aquello que se propuso.



Cuando un niño se enfrenta al reto de ir a la escuela, asumir unos aprendizajes, hacer unos exámenes y aprobar, sus resultados van a venir determinados por dos grandes factores: 


1-       Su capacidad intelectual. Es decir, su potencial de aprendizaje.

2-     Su motivación para el estudio.



Es fácil adivinar que un niño con un buen potencial de aprendizaje y una baja motivación tendrá malos resultados, haciéndose esto más evidente a medida que el niño se hace mayor ya que dependerá de más trabajo y horas de estudio. No obstante un niño con un potencial de aprendizaje normal o ligeramente bajo, pero con una alta motivación probablemente sacará adelante los cursos.
Por poner otro ejemplo, los niños calificados como “superdotados” que se caracterizan, entre otras cosas, por un elevado potencial de aprendizaje, pueden tener fracaso escolar e incluso no llegar a cursar carrera. Una de las causas es que su nivel de motivación se dirige hacia otros intereses fuera de la escuela. Podríamos pues concluir que la motivación para el estudio es el factor de mayor peso para predecir el rendimiento escolar de un determinado niño/a, si bien, es de esperar que un buen cociente intelectual (CI) facilite el aprendizaje y por ende la motivación del niño para estudiar, pero no siempre será así.

2- Por dónde empezar: Algunas reflexiones previas

1-      Conocer las características del niño



Hemos comentado que una buena capacidad intelectual sin motivación puede llevar al fracaso escolar, pero también, un niño que tiene capacidades limitadas o un trastorno específico del aprendizaje puede hacerle perder la motivación por el estudio. Por tanto si hay sospecha de cualquier dificultad en el aprendizaje, paralelamente a motivarle en sus deberes, deberíamos efectuar una evaluación para detectar estas posibles dificultades ya que si nos quedamos sólo en motivarle y no somos capaces de darle los recursos y medios que necesita para tal aprendizaje, probablemente no avanzaremos. 



Más adelante desarrollaremos el apartado de estilos de aprendizaje donde damos más detalles.


2- Pregúntese cuando el niño dejó de motivarse por los estudios
¿El niño siempre ha presentado una desmotivación hacia el colegio y el estudio o ha sido una cosa repentina? La respuesta a esta pregunta es importante dado que podemos valorar si estamos delante de una actitud que se ha ido construyendo, es decir, hay niños que siempre les ha costado avanzar y, por tanto, pueden haber desarrollado un cierto desinterés por algo que les cuesta más que a sus compañeros y esto les produce baja motivación.
Es muy diferente cuando la desmotivación ocurre en un momento determinado del ciclo evolutivo del niño. El niño que baja repentinamente en sus calificaciones escolares en un momento dado puede señalarnos la intrusión de factores externos. Estos pueden ser de tipo familiar (problemas económicos, rupturas matrimoniales, etc.) pero también intraescolares. A veces nos encontramos con niños que son víctimas fáciles de otros compañeros o incluso algunos que deciden bajar de notas para ser mejor aceptados en el grupo. Si no somos capaces de detectar estos problemas difícilmente podremos ayudar a motivarlo.



3- ¿Somos como padres unos modelos coherentes con lo que pedimos?


Más adelante hablaremos de rutinas, trabajo, esfuerzo, etc, pero ¿somos coherentes con lo que les pedimos a nuestros hijos? ¿Estamos en condiciones de motivar a nuestros hijos?

Aquí va una primera regla de oro:

Los niños siempre aprenden más por lo que ven en sus modelos de referencia (normalmente padres) que por las instrucciones verbales que reciben de los mismos.

Esto quiere decir que si quiero motivar a mi hijo, yo debo ser el primero en dar ejemplo. Cómo puedo pedirle que lea un libro, que haga sus deberes, que se esfuerce, si nunca me ha visto coger un libro y disfrutar de su lectura y además se lo recuerdo tumbado en el sofá bebiendo una cerveza. Aunque el padre pueda alegar en su defensa que él ya ha trabajado y ahora se merece un descanso, de poco servirá si queremos motivar a nuestro hijo hacia el esfuerzo. No se trata de adoptar ningún rol especial sino de pedírselo con sinceridad, sentándome con él, diciéndole lo feliz que se siente de poder ayudarlo y lo importante que significa para nosotros verle hacer los deberes o estudiar.



Dedicar estos tiempos diarios a los niños es fomentar en ellos la motivación. No se trata de hacer teatro, cosa que molestaría más al niño, sino enviarle el mensaje de que estamos con él en su esfuerzo.

Si como adultos no hemos sabido transmitir ilusión, pautas, objetivos, constancia y también por qué no, recompensas, no estaremos en las mejores condiciones para motivar a nuestros hijos.

Muchas veces recuerdo a los padres que los cambios importantes que queremos implementar en nuestros hijos se harán realidad en tanto seamos capaces de aplicarlos también a nosotros mismos.

3- Condiciones para el estudio 
Es también importante para motivar a los niños en el estudio que dispongan de un espacio suficiente con su propio material en una zona silenciosa y fuera de elementos distractores (ruidos, ventanas a la calle, etc). Factores como una adecuada iluminación y temperatura resultan muy importantes para su adecuado rendimiento. En la medida de lo posible podemos dejar al niño que personalice su rincón de estudio según sus preferencias (colgar algún cartel, dibujo, etc.) esto le hará sentir en un lugar más próximo y personal.

La motivación respecto a cualquier actividad, si bien puede surgir de forma inesperada e intensa, no es algo que podamos crear de forma mágica cuando la queremos canalizar hacia algo concreto sino que hay que construirla paso a paso.

4- Orientaciones para construir la motivación

Vamos ahora a intentar dar algunas orientaciones generales para mejorar la motivación hacia el estudio de nuestros hijos. 



Para motivar al niño es imprescindible que el niño perciba que puede conseguirlo y además tiene un plan en el que le vamos ayudar. 



Para desarrollar el tema lo estructuraremos en los 2 puntos básicos: 



1- Marcar los objetivos a conseguir



2- Desarrollar y aplicar nuestro plan para conseguirlos





1- Marcar objetivos a conseguir



-Primero deberemos establecer con el niño los objetivos a conseguir. Estos deben ajustarse a la realidad de la situación y las posibilidades del niño y sus circunstancias.

Es decir, podemos establecer que el objetivo es aprobar todas las asignaturas del primer trimestre o que si llevamos 4 asignaturas pendientes vamos a centrarnos en 3 de ellas para salvar el curso.
-Aconsejamos (especialmente en niños pequeños) establecer objetivos a corto plazo (mejor centrarse en el trimestre que en las notas finales del curso).
-Este proceso debe efectuarse con la participación activa del niño, preguntándole o dejándole opinar al respecto para que se sienta partícipe del proyecto y no un mero receptor de órdenes. Evidentemente cuanto más pequeño es el niño o peor es la situación (muchos suspensos, larga historia de fracaso escolar o desinterés, absentismo, etc.) los padres deberán asumir más el papel de toma de decisiones. Aun así recomendamos implicar al niño de una forma u otra.
-Para motivar a los adolescentes deberíamos dejar que pudieran decidir algunos aspectos, aunque esto dependerá, entre otras cosas, de su propia historia educativa y su estado general. Lo ideal es proponerles que nos presenten su propio plan para empezar a estudiar y sacar adelante el curso. A partir de este esbozo los padres pueden supervisarlo, ajustarlo según su propia experiencia y finalmente pactar su puesta en marcha y efectuar una supervisión.
-La motivación del joven aumentará a medida que percibe cierta autonomía y que él mismo es capaz de generar el cambio no tanto por imposición de los padres sino por convicción. Una vez las notas favorables llegan y recibe el reconocimiento de compañeros, padres y maestros, esta motivación se afianzará.





2- Desarrollar y aplicar nuestro plan para conseguirlos



Una vez fijado el objetivo vamos a ver como lo hacemos para conseguirlo. Aquí pueden entrar todas las estrategias y recursos que necesitemos para el niño pero es necesario ir concretando cosas.

Hay que marcar primero un objetivo final (aprobar todas las asignaturas del trimestre o curso –según edad-) y objetivos parciales (por ejemplo, estudiar cada semana una lección de Historia, etc.). Debemos estructurar y concretar paso a paso. Es decir, antes de conseguir aprobar el curso, el niño debe ser capaz de estudiar un determinado tiempo durante unos días para aprender la lección antes del examen.



En el caso de los niños que inician el curso debemos echar un vistazo a todo el temario, asignaturas, contenidos, etc., así como las fechas de los exámenes. Normalmente ya conocemos a nuestro hijo, sus puntos fuertes y débiles. Concretemos pues como vamos a organizar los tiempos de estudio, el lugar y como vamos a efectuar la supervisión. 



-Primero determinar los horarios que el niño va a dedicar al estudio. Es importante que sea realista para empezar. Es decir, es mejor empezar con un tiempo de estudio que el niño pueda asumir que empezar a marcar tiempos demasiado largos o exigentes, especialmente si no hemos conseguido antes establecer unos hábitos mínimos de estudio. Si vemos que el niño necesita más tiempo para cumplir los objetivos intentemos hacerlo progresivamente. 



-Después, según necesidades, debemos plantearnos cuál de los padres, familiar u otro le dará apoyo o supervisión y cómo va a hacerlo. Los niños pequeños serán más dependientes mientras que para los mayores, salvo dudas concretas, es preferible una cierta autonomía y centrar nuestro papel en preguntar lo estudiado o supervisar la realización de los deberes.

Estar muy encima de los niños cuando estudian puede desarrollar cierta dependencia y malos hábitos que hay que evitar.

Algunas estrategias que nos ayudarán en el plan:

·         Una vez acordados los objetivos, tiempos de estudio, lugar, supervisión, posibles recompensas, etc., escríbanlo en un papel a modo de compromiso por las partes. Tenerlo por escrito evita discusiones posteriores sobre lo que se ha pactado o no y es una forma de formalizar el compromiso.
·         Al empezar el curso o poner en marcha un plan de estudio, puede ayudarnos el cambiar un poco la habitación o lugar donde estudia el niño. Podemos incorporar una nueva luz, cambiar cosas (pintura, muebles, cuadros, etc). El niño puede colocar algún elemento de interés para él (póster, libros, juego…). Esto creará en él una cierta percepción de cambio y una motivación extra.
·         Cuando concrete los tiempos de estudio, tengan en cuenta las características personales del niño. Por ejemplo, si determinamos que debe dedicar cada día 1 hora a estudiar, en los niños hiperactivos y/o con déficit de atención necesitaremos efectuar varios descansos durante ese intervalo, sino lo más probable es que no aprovechen el tiempo. Por tanto, sería más aconsejable que la hora se distribuyera en 3 períodos de 20 minutos o menos entre los cuales podemos introducir alguna otra actividad.
·         Un recurso que suele funcionar muy bien es que el niño, una vez hemos trazado nuestro plan y lo vamos a poner en marcha, se comprometa delante alguna figura relevante de su entorno (padrino, tío, abuelo u otro) a llevarlo a cabo. Esta persona puede ir preguntándole regularmente (hay que acordar unas fechas concretas) para aumentar su motivación e incluso establecer algún tipo de premio o recompensa (por ser capaz de cumplir primero y un premio final si consigue el objetivo).
·         Los padres deben estar tranquilos y ser pacientes, evitar mensajes derrotistas o de desaliento cuando las cosas van mal y el hijo está cansado o no quiere. En estos casos podemos buscar una actividad que le guste al niño (jugar a cualquier cosa, dar un paseo, etc.) para cuando acabe los deberes.
·         Antes de recriminarle o reclamarle el cumplimiento de sus deberes, hacerle ver los aspectos en los que ha avanzado positivamente, esto le dará seguridad y verá que todavía confiamos en él.
·         Si el niño ya presenta cierto retraso en los aprendizajes busque ayuda profesional, establezca los apoyos necesarios (refuerzo, maestro particular, etc.). No obstante, no debemos caer en el error de sobredimensionar las horas de estudio para compensar estas dificultades. Ello puede tener un efecto nefasto sobre la motivación que queremos impulsar. Ir paso a paso es fundamental. Debemos ser constantes y perseverantes pero nunca perder la calma.
·         Recuerde que si como padres queremos motivar a nuestros hijos, nosotros mismos deberemos ser capaces de ofrecer un modelo claro y coherente con nuestras peticiones. Si a menudo nos quejamos del trabajo, nos damos fácilmente por vencidos, preferimos callar que luchar o no somos capaces de transmitir ilusión en general, lo tendremos difícil.

4- Tener expectativas razonables
Hemos comentado ya la importancia de conocer las características de nuestro hijo y antes de plantearle metas específicas respecto a los estudios deberemos ser conscientes de su verdadero potencial. Si queremos motivarle adecuadamente deberemos pedirle que consiga aquello para lo que realmente está capacitado si le dedica tiempo y está suficientemente motivado. No debemos nunca exigirle por encima de sus posibilidades. 



Si este punto no lo tiene claro consulte con un profesional y averigüe si su hijo presenta algún problema específico de aprendizaje



Frecuentemente nos encontramos con una alta exigencia al hijo y con un marcado fracaso a causa de un problema no identificado (dislexiadisgrafíalateralidad cruzada, etc.). No podemos quedarnos sólo en pedirle motivación si no somos capaces paralelamente de darle información sobre su problema al tiempo que generamos estrategias nuevas para combatirlo.

La motivación, pues, debe basarse en expectativas realistas.



Estas expectativas hacen también referencia a lo que usted transmite a su hijo. Normalmente si tenemos unas expectativas positivas pero realistas y somos capaces de transmitírselas al niño, sus posibilidades de éxito aumentarán. Transmítale inseguridad o bajas expectativas y el fracaso está garantizado.

No lo engañe nunca. Las expectativas que la transmita tienen que estar a la altura de lo que realmente el niño puede conseguir, nunca por encima de ellas ya que podría producir frustración y baja autoestima.

5- Los estilos de aprendizaje
Si queremos motivar el estudio de nuestros hijos debemos conocer cuál es su estilo de aprendizaje. Es decir, cada niño presenta sus puntos fuertes y débiles y su motivación hacia el aprendizaje aumentará si puede aplicar aquel estilo que sea para él más natural, más fácil o tenga más sentido según su forma de pensar y hacer. No obstante, algunas veces, deberemos modificar su forma de aprender si en determinadas circunstancias, el niño no avanza. 



Antes hemos comentado lo importante que resulta ajustar los tiempos a las características de los niños (niños hiperactivos, más descansos o cambio de actividades). 



Veamos ahora algunos de los estilos de aprendizaje de nuestros niños y como puede ayudarnos este conocimiento en la motivación para el estudio. En general podríamos establecer 3 grandes grupos, si bien, cada niño puede presentar en un grado u otro cada uno de ellos, normalmente hay uno que es el predominante, identificarlo puede ayudarnos mucho:

1-      Los estudiantes que aprenden mejor escuchando.  LOS ESTUDIANTES AUDITIVOS-



Suelen ser niños que les gusta hablar y tienen facilidad para ello, son también generalmente sociables, con interés por la música y la lectura y/o escucha de narraciones y cuentos. Cuando estudian suelen poner voz, es decir, repiten en voz alta lo que pretenden memorizar. 

Este estilo lo vemos más en niñas que en niños, ya que éstas suelen tener de forma natural mayor capacidad para el aprendizaje. 



En este grupo podemos estimular precisamente el uso de la palabra como forma de aprender. Le podemos sugerir que se grabe las lecciones para luego escucharlas. Puede también utilizar, cuando sea posible, audiolibros y, sobretodo, si queremos motivarle y alcanzar metas, podemos enseñarle a que se dé autoinstrucciones de forma verbal (“puedo conseguirlo”, “voy a aplicar mi plan”).

2-      Los estudiantes FUNCIONALES O QUINESIOLÓGICOS.



El principio que rige este estilo de aprendizaje es el aprender haciendo.

Suele darse en niños inquietos con poca paciencia, que necesitan tener las manos ocupadas y experimentar con su entorno para aprender. Donde más cómodos se sienten es en la actividad física y en el recreo. Prefieren mucho más participar en cualquier actividad que quedarse sentado observando o aprendiendo como hacen algo otras personas. Seguro que sienten más felices en la hora de laboratorio o de prácticas que en la clase teórica.
En general son niños que tienen interés por aprender y suelen desarrollar la motivación cuando pueden incorporar actividades prácticas en el trabajo escolar. Algunos consejos para ayudar a estos niños:



-Procure incentivar la parte práctica. Por ejemplo, para enseñarle a sumar o restar la utilización de un ábaco o tablero contador le será más motivador que quedarse quieto viendo como lo hace en la pizarra la maestra.



-Para aprender ortografía puede apoyarse de bloques de madera que representan letras para que las pueda manipular.



-Le ayudará establecer tiempo de descanso en su tiempo de estudio e introducir alguna actividad física.



-Algunos de ellos preferirán estudiar de pie, andando, al aire libre o en posiciones extrañas que llaman la atención. En la medida de lo posible deberíamos respetar estas preferencias.


-Anímele a hacer proyectos prácticos. Son niños que pueden sobresalir por su capacidad creativa y si son apoyados al respecto pueden aumentar su motivación.

3. LOS ESTUDIANTES VISUALES.



Hay niños que pueden leer un relato pero luego presentan poca comprensión de la historia global, reteniendo solo algunos trazos de lo leído. Sin embargo, este mismo relato visto mediante una presentación audiovisual (fotos, gráficos, películas, etc.) el niño es capaz de memorizar muchos más detalles que otros niños. 



Suelen tener una gran capacidad para recordar caras, lugares donde antes han estado y muchos detalles de una película que acaban de ver. Son los pensadores visuales, niños que funcionan extraordinariamente bien cuando reciben la información visualmente. 

Cuando estudian, tienen tendencia a buscar imágenes, gráficos o películas para ayudar a retener la información. 



Con estos niños, pues, todo lo que sea facilitarles información visual será de gran ayuda. Igualmente tenemos que ayudarles a que construyan esquemas y resúmenes cuando estudian y que lo hagan además de forma que contengan muchos colores o incluso dibujos ya que eso les ayudará a retener la información.



Otra estrategia con ellos cuando hay materias de las que no disponemos de imágenes es que construyan las suyas propias. Es decir, si tengo que memorizar la guerra de la independencia, al tiempo que leo el texto, creo en mi cabeza imágenes visuales en las que aparecen personajes y fechas a modo de película visual. Evidentemente cada niño es un mundo y deberá ser él el que vaya viendo qué estrategias concretas le van funcionando.

Otro recurso es colgar en su habitación de estudio, gráficos, esquemas u otro material visual para irlo aprendiendo y renovándolo.



Este estilo de aprendizaje suele estar muy potenciado en niños que presentan dificultades o trastornos específicos que afectan al habla, la lectura o la grafía. Así los disléxicos suelen contrarrestar sus dificultades en la lectura y la comprensión desarrollando mucho más sus capacidades visuales ya que allí se encuentran más cómodos.

6- LA ESCUELA ES IMPORTANTE


Cuando los padres se involucran activamente en el aprendizaje de su hijo, le están comunicando de una forma muy clara que tienen interés en ayudarle a rendir lo máximo de sí. Sobre esta base debemos construir también nuestro entusiasmo por la enseñanza y la educación, Una buena manera de transmitírselo incluyen, entre otras, alguna de estas sugerencias:



-Asista regularmente a las reuniones del colegio de su hijo.

-Establezca una relación adecuada con la maestra de su hijo. Hágala partícipe del plan de estudios que hemos puesto en marcha y de los objetivos y estrategias que hemos acordado.
-Transmítale nuestra más sincera intención de colaboración en cualquier problema que pudiera surgir.
-Si es un niño que ha presentado problemas a la hora de hacer o anotar los deberes, intente establecer comunicación diaria (al menos hasta que se regularice la situación) mediante la agenda escolar u otro mecanismo.



-Procure mantener siempre una opinión positiva y colaboradora con la escuela.

-Intercambien información acerca de los avances del niño. La maestra puede comunicar que ha hecho bien determinada tarea y en casa ser reforzado por ello.

En definitiva, la motivación, como se ha explicado, debe construirse desde la base de diferentes pilares, En esta página hemos intentado desgranar algunos de los ejes fundamentales.
Que nadie espere cambios rápidos y sin esfuerzo. No obstante si somos perseverantes como padres, que al final es lo que le venimos a pedir a nuestros hijos, los resultados llegarán aunque cuesten.